Existe en el sur de Italia, en la Región de Apulia, una ciudad poco conocida fundada por los griegos 8 siglos antes de Cristo, cuyo centro histórico se encuentra emplazado en una pequeña isla que separa el mar jónico de un pequeño mar interior. Dicha ciudad se llama Tarento (en italiano Taranto) y alberga una planta siderurgica gigantesca.
Es también la ciudad más contaminada del país y una de las más contaminadas de Europa, produce la misma cantidad de dioxinas que 4 países europeos juntos (contando a España y Gran Bretaña) y el 98% de las dioxinas italianas. Es sede de una importante base naval, la cual fue la primera ciudad en el mundo en ser bombardeada desde portaviones, a manos de los ingleses en 1940. Es además uno de los lugares con mayores tasas de desempleo, y mayores índice de cáncer Su población enfrenta un proceso progresivo de decrecimiento, pues los jóvenes emigran una vez terminada la escuela a buscar fortuna lejos de sus fronteras.
Su centro histórico, que se caracteriza por su variedad y riqueza arquitectónica, es de una decadencia sobrecogedora. En él es posible aun ver huellas del paso helénico por la ciudad, callejones estrechos, casas encaramadas unas arriba de las cotras, iglesias bizantinas, palacios renacentistas y hasta un castillo aragonés. No obstante está en un considerable estado de abandono, a pesar de los intentos de restauración y los millones de euros gastados en ello. La mayor parte de su población ha sido trasladada a barrios en la perifería de la ciudad, lo cual acentúa la sensación de abandono al recorrer las callejuelas de la isla.