Cae la noche rápidamente sobre esta ciudad. Cómo van cayendo velozmente las hojas del calendario, y como las ideas van cayendo en el olvido. Imágenes que se suceden. La tranquilidad de siempre en torno. Más de alguna frase cliché se me viene a la mente.
Extraña época esta. El invierno ya casi no se recuerda, luego de la llegada vehemente del sol, pero el frío aún no se va. Salgo a caminar, a deambular por el barrio, viendo puesta en práctica las añejas ideas modernas de los años '30. Disfruto de la comodidad del anonimato, y las ancianas me saludan. Me siento como si hubiese caído de lo alto desde ninguna parte. Cual si no pertenesiese a lugar alguno, y hubiese aparecedio un día delante de estas gentes, sin recordar de donde vine.
Heme aquí, pensando muchas cosas al mismo tiempo. Mirando por la ventana. Comiendo Nutella. Escuchando a Los Jaivas luego de años, y llegando a conclusiones irrelevantes. Cómo cuando en luego del climax de la crisis financiera de la tienda alba, los hinchas recibieron con los brazos abiertos la "desnaturalización" del Club, y me pregunté: ¿será que lo único que nos une a nosotros los colo-colinos es un odio profundo hacia la Universidad de Chile?
Sólo así me pude explicar, que con la esperanza de seguir derrotando (como de costumbre) al chuncho rival, fueron capaces de entregar felices el Club a las fauces del capital financiero, como si fuera una empresa, un servicio, un producto de consumo; y siguen felices viendo el fracaso permanente del plumífero, mientras el Club permanece cautivo de una empresa que enriquece a empresarios hinchas de otros clubes, en una flagrante traición a los valores fundacionales de Arellano y compañía.
Ahora, me pregunto ... - pues insisto en la costumbre de preguntarme muchas cosas, y responderme bien pocas - ... ¿como puede haber cumplido 100 años el futuro y el culto a la vida contemporánea? Por acá lo pregonan en distintos lugares, de izquierda a la derecha, en carteles callejeros y museos, "Un siglo de Futurismo". Mientras al mismo tiempo, al dar vueltas por la ciudad eterna da la sensación que nada es más actual que el "pasadismo", o la tendencia a congelar el pasado, rendirle culto y venderlo en pequeñas porciones. Será que un "ismo", permite cualquier subversión de la lógica. Si es así, me declaro víctima del "confusionismo" ... no del sistema de pensamiento desarrollado por Confucio, sino de la corriente que tiende a la "confusión" y lo confunde todo.
2009
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