miércoles, 12 de noviembre de 2008

En todo comienzo suyace el germen del final - 3

La mente, en su laborioso camino, repensando las cosas una y otra vez, lo hace sentirse lo suficientemente responsable, como para llegar a relativizarlo todo. Sentimientos confusos, agolpándose. Deseos incontenibles de salir corriendo lejos, de gritarle algo a alguien en la cara. El conflicto eterno entre el vacío y la búsqueda permanente. La soledad estacionaria, reafirmándose una vez más.

Cae lenta la noche sobre la ciudad. Despierta de la hipnosis televisiva, sin saber bie que pensar. Quiere certezas, cerrar círculos, comprender el sentido de las cosas, empezar a vivir dejando el pasado atrás. Escapar de este enjambre donde se mezcla todo, superponipéndose imégenes, días y personas. Abandonar el laste de vidas pasadas que se arrastran con cada nuevo día, con su halo grisáceo y corrosivo. Cortar por lo sano. Terminar las conversaciones a medias. Sacar a la luz los mensajes entre líneas. Exponerse de verdad. Mandar, quizás, todo al carajo.

Intentar escribir es siempre una buena opción, cuando no se logran articular verbalmente las ideas que navegan difusas por la mente, en una conversación. O bien, cuando el tiempo y la distancia tornan absurdo el pronunciar palabra alguna, impidiendo hablar mirándose a los ojos. No es, tal vez, la mejor forma de desahogarse, ni de solucionar algo, pero da la tranquilidad de impedir las interrupciones.

Ahogándose en un vaso de agua a medio llenar, de un par de torpes aletazos, echó abajo la pobre construcción que comenzaba a levantarse. Quebró la magia, rompió el encanto. La decepción cubrió rapidamente el sitio de la oscuridad, y de la atracción se pasó velozmente al hastío.

La noche en plenitud. Notas suaves de una guitarra triste deambulan por la habitación, sala, comedor, a espaldas de la ciudad dormida. Tendido sobre la cama, sillón, fumando, sin más ánimo que el suficiente para dejar pasar el tiempo. El té enfriándose a un costado de la vela. Ideas repetitivas, imágenes desteñidas, proyectos irrealizados envejeciéndose gracias a la falta de constancia. Libros silenciosos aguardando ser leídos. El eterno conflicto entre la grata tentación de ir a dormir y no querer que vuelva a amanecer. El fin cada vez más cerca.

2003

1 comentario:

F dijo...

Magia
Encanto
Decepción oscuridad
Hastío.
Un párrafo
Dos decesos