martes, 7 de abril de 2009

... me están moviendo el piso

Hoy desperté con una extraña sonrisa en la cara, con una broma en la punta de los labios, y con una especie de orgullo weon. Casi se me sale un arranque patriotero, como si quisiese reinvindicar los terremotos como patrimonio de la chilenidad. Se podía leer en la mueca que traía, antes de lavarme la cara: "estimados, no tienen idea lo que es un terremoto de verdad". Pero claro, con el correr de las horas, y el enorme incremento en el número de víctimas mortales, me pareció de mal gusto insistir en el hecho.

Me había ido a dormir hace poco mas de hora y media, cuando de pronto comenzó a moverse la cama. Durmiendo solo desde hace largos y fríos meses, extraña sentir crujir la estructura del catre. Eran las 3:32 cuando el movimiento, como si estuvieran meciendo la tierra, me despertó. No solo a mí, pues al salir de la pieza, vi la pálida y asustada cara del francés, que no atinaba a comprender como puede hacer la tierra para moverse de esa manera; y la calva humanidad, del toscano, que sin esconder su sorpresa exclamaba "Madonna !".

Quizás el movimiento no fue tan fuerte. Finalmente el "terremoto" en Chile ni siquiera merecería el nombre (lo llamararíamos temblor), pues fue sólo de 5,8° (en Roma aun más bajo), a pesar de provocar sobre 150 muertos, 1.500 heridos y cerca de 70 mil desplazados en la Región de los Abruzos. Pero más allá de su intensidad, es extraño venir a Italia, desde Chile, a sufrir un terremoto acá. Es como si un ruso dejara Moscú por Santiago y lo pillase una nevazón (de aquellas que ocurren , con suerte, una vez cada por década).

Pero quizás, en este caso, sea mejor callar, olvidar el clásico chauvinismo de mencionar el terremoto de Valdivia (no sin un poco de estupido orgullo, por estar en el primer lugar de alguna categoría), y dejar pasar los días. Pues ante la magnitud de la tragedia, me parece obseno burlarme del dolor ajeno, especialmente cuando está aun fresco.

2009

2 comentarios:

Carlos Tromben dijo...

¿Y como se lo toman allá? ¿Con el mismo orgullo épico nuestro...? ¿Qué dice el hombre de la calle de los frases para el bronce del Cavaliere, qué después de meter la pata con el camping, amenenaza con relocalizar a los sin casa en "mansiones"? ¿Es Italia un país tan bipolar como se lo imagina uno desde la distancia?

Juan Carlos Santa Cruz Grau dijo...

A decir verdad ... afloran sentimientos bastante similares (sensacionalismos, una revisión de dramas, y la clásica búsqueda del héroe escondido), pero con una sana salvedad. Aquí se espantan con la muerte, desde un atropello hasta una masacre. De hecho les hicieron funerales de Estado a las víctimas, y a nadie le pareció un desproposito, caló bastante hondo la muerte de 293 personas. No se la logra entender como daño "colateral", o como un "saldo" a pagar para obtener un bien superior ...

En Chile, por desgracia (en Sudamérica, en realidad), nos hemos habituado tanto a la muerte, que solo nos espanta cuando es uno de los "nuestros", o uno "como nosotros". De otro modo se piensa, "se la habrá buscado" ... ¿Cuántos morirán este fin de semana en las carreteras y nadie parece importarle demasiado?

Aquí en la calle a todos les espanta Berlusconi, a muchos les da vegüenza, algunos pocos lo defienden en público (además apareció con casco entre las ruinas, y luego abrazando y besando a familiares de las víctimas en el funeral de Estado) ... pero finalmente lo eligen igual, pues tienen el problema inverso al nuestro. Están condenados. No tienen alternativa. Los "otros" (la centro-izquierda como la llaman), hacen lo humanamente posible por no llegar al gobierno, y cuando lo logran, se "auto-boicotean" y hacen caer al gobierno (como el último de Prodi)

Italia parece ser bastante bi-polar, pero paseando por Roma, entrando al Bar, coversando en la micro, se entinde que existe un porqué ... hay una sensación de decepción asumida, un pragmatismo, que hace pensar ... entre un ladrón (y payaso) que hace cosas, y una manga de corruptos que no hacen nada, ... ¿cual es la diferencia? ... al final tengo que trabajar igual, pagar las cuentas igual, pagar el dividendo, etc.